Picus Martius, el pájaro carpintero que alimentó a Rómulo y Remo

Plutarco cuenta que en la salvación de Rómulo y Remo intervino, además de la loba nodriza, un pájaro carpintero o pico verde: “Con la crecida del río, el flujo alcanzó la cesta y, trasladándola de sitio suavemente, la dejó en un lugar suficientemente tranquilo, que ahora llaman Cermalo […] En aquel lugar quedaron los pequeños, y los asistía la loba que los amamantaba y un picoverde que ayudaba a su alimentación y los vigilaba. Estos animales se consideran consagrados a Ares, y al picoverde los latinos lo veneran y honran de un modo especial” (Plutarco, Vidas paralelas: Rómulo 3,6. Trad. A. Pérez Jiménez, Gredos). Plutarco de nuevo en Quaest. Rom. 21 explica por qué los romanos respetan al pájaro carpintero, consagrado a Marte (los gemelos eran sus hijos). En ese pasaje alude al origen humano de esta ave, un rey transformado por su esposa en un pájaro con dotes proféticas. Plinio (nat. 10 40) menciona dicho poder: “Hay también aves pequeñas de uñas curvas, por ejemplo, los picos, apodados “picos de Marte” y de gran importancia en los auspicios” (trad. I. Gómez Santamaría, Cátedra). Antes de Plutarco, Ovidio (Met. 14, 320) había hablado de la metamorfosis de Pico, hijo de Saturno y rey de los ausonios, pero no por las malas artes de su esposa, sino de Circe, que se prendó de él al verlo durante una cacería. Pico, felizmente casado con la ninfa Canente, se negó a ceder a sus deseos: et quaecumque es, ait, non sum tuus; altera captum / me tenet et teneat per longum, conprecor, aevum (“Seas quien seas, no soy tuyo; otra me tiene en su poder, y ojalá me tenga por largo tiempo”, Ov. Met. 14,378, trad. J. C. Fernández Corte y J. Cantó Llorca, Gredos). Y Circe, despechada, lo metamorfoseó en pájaro carpintero (Ov. Met. 14,389). Bajo este nuevo aspecto Pico colaboró en la alimentación de los niños abandonados, como el mismo Ovidio señala en los Fastos: lacte quis infantes nescit crevisse ferino, / et picum expositis saepe tulisse cibos? (“¿Quién ignora que los niños crecieron con la leche de una fiera y que el pico-carpintero llevó una y otra vez alimentos a los expósitos?” Ov. Fast. 3,53. Trad. B. Segura Ramos, Gredos). Lo cierto es que hoy en día no es tan conocido el papel del pájaro carpintero (Livio no lo menciona) y que la imagen de la loba amamantando a los gemelos es la que ha prevalecido.

Eusebia Tarriño Ruiz

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