Homero y Podemos

Seguimos publicando los envíos que nuestros colaboradores nos hicieron llegar en verano. En este caso Mª Ángeles Martín Sánchez y, unos días después, Begoña Alonso Monedero coincidieron en mandarnos esta columna de Fernando Vallespín publicada en El País el 9 de septiembre: Homero y Podemos.

El arte griego sigue escandalizando

El 25 de septiembre se abre al público en Valencia una exposición del artista Antoni Miró. Como preludio de esta muestra se han colocado al aire libre en la Marina de Valencia algunas esculturas recortadas en acero corten que están inspiradas en figuras eróticas de cerámica griega, lo que ha provocado cierto escándalo. Lee la noticia en El País.

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Vinicius en el Real Madrid

Mientras Notae Tironianae se tomaba vacaciones sus colaboradores no han dejado de proporcionar material. El 26 de julio Javier San José nos envió esta portada del diario Marca que ilustraba la llegada de Vinicius al Real Madrid adaptando las famosas palabras de César:

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Adela Cortina escribe sobre Humanidades

Periódicamente aparecen en la prensa columnas de opinión que defienden el papel de las Humanidades en la formación del individuo moderno. Como es habitual, nuestro blog procura hacerse eco de estos textos. Hoy es Adela Cortina, reciente Doctora honoris causa de la Universidad de Salamanca (22 de junio de 2018), la que en El País reivindica la transcendencia de estas disciplinas, habitualmente consideradas inútiles, para el progreso humano en todos sus aspectos, incluso en el económico. Léelo aquí.

Emilio de Miguel lee en Rtve: Amo el latín

Si uno pone en Google «concentración en favor de los clásicos 8 septiembre» los dos primeros resultados nos remiten a la intervención de Jesús de la Villa en ese acto, cuyo texto podéis leer aquí (ha sido publicado en la página de la SEEC y se hace eco la página de Céfiro, Asociación Asturiana de Profesores de Latín y Griego). En honor a la verdad la mayor parte de los resultados que vienen a continuación nos remiten a distintas concentraciones de aficionados al automóvil antiguo repartidas por toda la geografía española.

Aunque la repercusión no ha sido mucha sí debemos hacer constar que la noticia se pudo leer en varios periódicos de ámbito nacional (El País, Público, El Mundo -cuyo titular fue especialmente deprimente-, etc. ) y hubo imágenes en varios noticiarios. Es más, el tema llegó hasta el programa La resistencia, donde David Broncano lo aprovechó en clave de humor (puedes verlo aquí; agradecemos a Bartomeu Obrador Cursach su envío).

En este apartado cabe destacar que la noticia de la concentración tuvo una presencia especial en RTVE, tanto en las Noticias de las 15:00 del 8 de septiembre como en las de las 21 del domingo 9. Pero además en ambos telediarios pudimos ver a Emilio de Miguel, catedrático de Literatura Española en la Universidad de Salamanca, fiel seguidor de nuestro blog, leyendo en su despacho un texto que redactó para un acto en defensa de las Clásicas («Yo conozco mi herencia, ¿y tú?») convocado el día 12/12/12 a las 12:00 en toda España. En Salamanca se celebró en el edificio de Anayita de la Facultad de Filología y  constituyó un éxito de participación (Textos e imágenes en formato pdf son accesibles en el repositorio Gredos de la USAL; es más rápido buscar en Google Yo conozco mi herencia, ¿y tú? Gredos). En la televisión sale este fragmento, que nos deja con ganas de más:

El profesor Emilio de Miguel amablemente nos ha dado permiso para reproducir el texto entero y además ha tenido la deferencia de actualizarlo. Lo reproducimos a continuación:

Amo el latín

Amo el latín porque es una lengua en la que los buenos profesores no tienen por qué ser nativos. De hecho, mi querido Gregorio Hinojo era de Fuentes Calientes.

Amo el latín porque todos mis mejores pecados tienen nombre en latín. Y eso significa que los latinohablantes también los practicaban. Y quien practica mis mismos pecados, si tiene que condenarme, me condenará con mucha benevolencia.

Amo el latín porque cuando en esa lengua leí la palabra virgen la estaba utilizando Ausonio y era para invitar a las doncellas a disfrutar las rosas de la vida.

Amo el latín porque en español la mediocridad es funesta pero la nombrada por Horacio era dorada y su aurea mediocritas es mi aspiración en esta vida.

Amo el latín porque mis curas medievales, que eran individuos muy jaleosos, es decir, el campechano Berceo, el zumbón Juan Ruiz y el falso misógino arcipreste de Talavera, no hubieran podido escribir magníficos libros en castellano sin venir ellos mismos de leer magníficos libros en latín.

Amo el latín porque me es fiel. En efecto, en mi generación el latín y la fe iban unidos, pero cuando me divorcié de la fe, el latín se quedó conmigo.

Amo el latín porque es una lengua larga en recursos y de dulce aspereza. Y eso es justo lo que siempre he esperado de las lenguas que he amado en esta vida.

Amo el latín porque, nacido en Reinosa, parece que puedo presumir de un nombre con no sé qué abolengo regio cuando no es más que el nombre latino de una aldea llena de ranas: Ranosa.

Amo el latín porque era la lengua de Poncio Pilatos, el cual, además de cumplir muy bien con sus obligaciones como Presidente de la Comunidad Autónoma de Judea, era un tipo limpio que se lavaba mucho y muy bien las manos.

Amo el latín porque cuando hago turismo, el criterio para visitar o no un país es saber si antes estuvieron allí los romanos. Si no estuvieron, por algo sería, me digo, y prescindo de ese destino. (Exceptuados Nueva York y Brasil, claro).

Amo el latín porque los romanos tenían muchos dioses y en época de crisis o en caso de padecer gobiernos imbéciles que arrinconen a las Humanidades, la abundancia de dioses multiplica las posibilidades de blasfemia. 

Susana González Marín

Reportaje de la concentración del día 8 en Madrid en defensa de las Clásicas

Adhesión del Dpto. de Filología Clásica e Indoeuropeo de la Universidad de Salamanca a las reivindicaciones por las que se ha convocado la concentración de profesores y padres de alumnos en defensa del Griego y el Latín (Madrid, 8 de septiembre de 2018)

El Dpto. de Filología Clásica e Indoeuropeo de la Universidad de Salamanca desea
expresar su apoyo y adhesión a la Sociedad Española de Estudios Clásicos, la
plataforma “Escuela con Clásicos”, la Sociedad de Estudios Latinos, la Asociación
Cultura Clásica, la Asociación Cultural Hispano-Helénica, la Sociedad Española de
Bizantinística, la Asociación Murciana de Profesores de Latín y Griego y otros
colectivos, con respecto a la petición que realizarán al Gobierno de España el día 8
de septiembre para que se garantice la impartición de las asignaturas troncales de
Griego y Latín dentro del itinerario de Humanidades y Ciencias Sociales de
Educación Secundaria, considerándolas estratégicas en el currículo, y que con ello
se facilite la formación de grupos con aquellos estudiantes que estén interesados en
cursarlas, con independencia del número de alumnos matriculados y en igualdad de
condiciones al resto de materias troncales.
Asimismo, aprovecha la ocasión para felicitar a dichos colectivos por esta
iniciativa, que sin duda redundará en beneficio no sólo de los estudios y los
estudiantes de Griego y Latín, sino de toda la Academia y la Cultura de nuestro país.

En Salamanca, a 5 de septiembre de 2018.

Adjuntamos un reportaje fotográfico del viaje organizado desde aquí a Madrid. Agradecemos su envío a Mª Paz de Hoz, presidenta de la Sección local de Salamanca de la SEEC.

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Acude a la concentración en defensa del latín y griego en Madrid el 8 de septiembre

 La Plataforma Educativa “Escuela con Clásicos”, junto con la Sociedad
Española de Estudios Clásicos (S.E.E.C.), la Sociedad de Estudios Latinos
(SeLat), la Asociación Cultura Clásica, la Asociación Murciana de Profesores de
Latín y Griego (Amuprolag), el Collegium Latinitatis, la Sociedad Cultural Hispano
Helénica, la Sociedad Española de Bizantinística y otros colectivos, anuncia a los
medios de comunicación la convocatoria de una CONCENTRACIÓN ante las
puertas del Ministerio de Educación en Madrid (C/ Alcalá, 34), el próximo
sábado 8 de septiembre a las 12:00 de la mañana, para pedir al Gobierno que
se garantice la impartición de las asignaturas troncales de Griego y Latín dentro
del itinerario de Humanidades y Ciencias Sociales, considerándolas estratégicas
en el currículo y con ello se facilite la formación de grupos con aquellos
estudiantes que estén interesados en cursarlas, con independencia del número
de alumnos matriculados y en igualdad de condiciones al resto de materias
troncales.

La petición se produce en un momento en el que la pervivencia de las Clásicas en nuestros centros de Enseñanzas Medias está seriamente amenazada por la supresión de los grupos de Griego en muchos institutos españoles. Hay incluso autonomías en España en las que desde hace más de 10 años no se convocan oposiciones de Griego. La desaparición del Griego —que tememos inminente si no se pone remedio— significará, inevitablemente, en un plazo breve, también la del Latín, cuya lengua y cultura están estrechamente unidas a las griegas y contribuyeron a su vez a otorgar al mundo griego el papel central que le correspondió en la Europa humanista, moderna y contemporánea. Griego y Latín son dos lenguas, pero una misma cultura, como bien sabían los escritores y científicos griegos del Imperio Romano, que llevaron al mundo heleno a vivir su segunda edad de oro. Ambas lenguas y pueblos se retroalimentaron durante siglos y sentaron las bases de la cultura occidental. Fue aquel un modelo pluricultural, de integración y no de exclusión, lo que garantizó su pervivencia durante siglos.

Hoy toca defender el Griego como hace un par de años tocó defender la Filosofía. Es el modelo humanista de nuestra educación el que está en juego en un momento en el que otras naciones de nuestro entorno, como Francia o Italia, apuestan claramente por el reforzamiento del papel de los clásicos. No perdamos aquí una batalla que se está ganando en otras partes.

Conviene decirlo en voz alta: el estudio de Griego ayuda al alumnado a mejorar la expresión oral y escrita no sólo de la lengua propia, sino de cualquier otra que estudie, dado el común origen indoeuropeo de casi todos los idiomas modernos del continente, amén de sus estructuras sintácticas similares; gran parte del léxico culto de esas lenguas y la práctica totalidad del vocabulario científico y técnico de todo el orbe son helenismos. Es decir, el griego es una lengua universal con todas las letras y más viva que nunca.

El acceso a los textos griegos en su lengua original permite conocer directamente no solo la producción literaria griega, base de la latina y la occidental, sino también la vasta producción filosófica, científica y artística de los autores griegos y descubrir su amplia vigencia en el mundo actual. De esta forma, las nuevas asignaturas de Valores Éticos o Educación para la Ciudadanía, por ejemplo, se ven completadas y reforzadas, de forma natural, por los temas transversales tratados a lo largo de los dos cursos de Griego que, por desgracia, se están dejando de impartir en el Bachillerato. Gracias a esto, el alumnado afianza su conciencia individual y, mediante el autoanálisis, adquiere los valores humanísticos propios de una sociedad civilizada. Con la materia de Griego, juntamente con la de Latín, será consciente de su pertenencia a la comunidad política, socioeconómica y cultural europea, cuyos ideales de libertad, democracia, igualdad, mesura y respeto del ser humano tienen su origen en el mundo griego antiguo. La adquisición de virtudes como la solidaridad, la tolerancia, el respeto al resto de la comunidad, el desarrollo de la sensibilidad artística y literaria junto con los valores del ejercicio físico competitivos, a la manera de los certámenes atléticos panhelénicos, conformarán un ser humano armónico y completo, pleno de valores humanísticos (incluso los aspectos más controvertidos en la herencia de los clásicos merecen ser estudiados, porque aquellos, para bien o para mal, han sido fuente determinante de inspiración hasta nuestros días). Por añadidura, a nadie se le escapa que las materias de Historia del Arte o Literatura, además de la Filosofía o la Historia, se ven claramente reforzadas por el estudio de Griego.

En definitiva, es inadmisible que nuestro sistema educativo se vea privado del estudio de Griego en Bachillerato, dejándose paradójicamente aventajar por el de otros países del entorno, más o menos lejano, en los que la herencia greco-latina resulta menor en todos los aspectos.

Nos consta que los titulares tanto del Ministerio de Educación como del de Cultura reconocen el valor de las lenguas clásicas, pero es necesario y urgente que regulen su presencia en el currículo del Bachillerato de manera que se garantice la enseñanza de Griego con independencia del número de alumnos matriculados, impidiendo que pueda ser suprimida por los criterios más o menos espurios, en modo alguno educativos, esgrimidos por las direcciones de los centros, con la aquiescencia de la inspección educativa, criterios que habitualmente transgreden las normas estatales e incluso las propias normas de las Consejerías, como se ha visibilizado recientemente en el IES Abdera de Adra.

Aunque las competencias en Educación estén transferidas a las CCAA, es responsabilidad del Gobierno supervisar e intervenir, en su caso, las administraciones autonómicas que incumplen sistemáticamente su propia regulación además de las reglas de juego que son para todos, como el R.D. 1834/2008 sobre atribución docente de las diferentes especialidades, que no permite al profesorado de Griego o Latín impartir Lengua Española a costa de que el alumnado, por minoritario que sea, deje de cursar Griego.

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