María Belmonte acude a Letras Corsarias mañana, 1 de diciembre, para hablar de su libro En tierra de Dioniso. Vagabundeos por el norte de Grecia (Acantilado, 2021) con Henar Velasco. A las 8 en la librería.
Visita la página La Vie des Classiques
Hace algún tiempo nos escribió Dorian Flores para agradecernos nuestras entradas sobre la colección «Petits Latins». En el mismo correo nos proporcionaba el enlace a la página web de La Vie des Classiques, etiqueta pedagógica de Les Belles Lettres, que la edita. Allí es ahora posible descargarse gratis en epub y pdf un volumen de muestra de la colección de «Petits Latins». Os aconsejamos que visitéis la página para estar al corriente de las nuevas publicaciones, pero también es interesante porque ofrece una serie de recursos -noticias, reseñas de videojuegos, vídeos, etc.- que os pueden dar ideas para la docencia. Y teniendo en cuenta que la Navidad se acerca no dejéis de visitar la tienda, donde además de los libros podéis encontrar posters originales.
Susana González Marín
EL Proyecto EULALIA y la jornada EUROPA LATINA II en la Universidad de Salamanca
El pasado sábado, 20 de noviembre, tuvo lugar en el Aula Magna de la Facultad de Filología de la Universidad de Salamanca la jornada “EUROPA LATINA II. EULALIA y la certificación lingüística del latín”.
Esta jornada forma parte del desarrollo del Proyecto Erasmus+ “EULALIA: European Latin Linguistic Assessment” (2019-1-KA203-062286, Strategic Partnership for Higher Education [2019-2022]), que tiene por objetivo la creaciónde un modelo unificado para la certificación internacional de las competencias lingüísticas en latín, siguiendo el modelo del Marco común europeo de referencia para las lenguas (MCER/CEFR) utilizado en la certificación de las lenguas modernas.
El proyecto recibe financiación de la Unión Europea y es desarrollado por un equipo de investigadores de las universidades europeas de Bolonia (coordinadora general del proyecto) y Católica de Milán (Italia), Rouen-Normandía (Francia), Colonia (Alemania), Uppsala (Suecia) y Salamanca.
En la jornada estuvieron presentes miembros de todas las universidades que desarrollan el proyecto e intervinieron, en su representación, los profesores Lucia Pasetti (Univ. de Bolonia), cuya ponencia llevaba por título “EULALIA: una certificazione di latino per l’Europa”), y M.ª Adelaida Andrés y David Paniagua (Univ. Salamanca): “EULALIA O2”.
Asimismo, intervinieron como ponentes invitados los profesores Rosa Mariño (Coordinadora de la Comisión de Enseñanza Medias de la SEEC), que ofreció un panorama de la historia de las certificaciones de lenguas clásicas en España; Carmen Codoñer (profesora emérita ad honorem de la Univ. Salamanca), con una intervención titulada “Cuando el latín está en peligro”; Emilio Canales (Presidente de la Asociación “Cultura clásica”), “Sueño y necesidad de una certificación lingüística europea para las lenguas clásicas”; y Jesús de la Villa (Presidente de la SEEC), cuya intervención versó sobre “Las lenguas clásicas en el actual sistema educativo español: una defensa permanente”.
La jornada permitió intercambiar impresiones sobre el proyecto: se debatió sobre los principales retos que afronta el equipo de trabajo, a saber: el establecer el umbral de paso de un nivel a otro, solventar la falta de homogeneidad tanto de las lenguas maternas de quienes habrán de enfrentarse a pruebas unificadas como de presencia y de nivel en el estudio de latín en los países de las universidades implicadas, entre otros desafíos. También fue un momento propicio para hablar sobre las fortalezas del proyecto: el que se lleve a cabo por un equipo plurinacional, la novedad de que no se insista en la existencia de una traducción y, sobre todo, el contar con un marco de referencia en el punto de mira.
Todos aquellos interesados en el proyecto EULALIA pueden visitar la página web https://site.unibo.it/eulalia/it o escribir al correo electrónico eulalia_latina@usal.es.


Músika, de Javier Azpeitia
El título, con esa “k” en lugar de la “c” que corresponde a la transcripción del fonema griego en castellano, comporta ya un extrañamiento.
La imagen de la cubierta de este texto editado por Tusquets en su colección Andanzas, en mayo de este mismo año, 2021, ofrece dos muchachas cuyos rasgos resultan familiares por las múltiples representaciones que el arte griego nos ha legado. Pero tienen personalidad propia, son obra del ilustrador Diego Mallo.
Ni el uno ni el otro son detalles nimios, sino que, en mi modesto entender, están perfectamente escogidos, son congruentes con el nuevo libro de Javier Azpeitia. Trepidante, fascinador, capaz de atrapar al lector desde el primer capítulo, el cuerpo despedazado de Eurípides.
Enseguida uno ansía saber más de Mora, la mujer que halla su cadáver. Y en verdad Azpeitia trabaja los dos hilos de la trama intercalándolos continuamente con singular maestría. Dos destinos, dos mundos tejidos con suma habilidad, con enorme erudición y una extraordinaria capacidad de imaginar una realidad paralela a la helénica que hunde sus raíces en Tarteso, atraviesa Cumas y culmina en la otra Sibila, la libia.
El autor toma partido por ese universo femenino que se nutre de teorías en torno a la Gran Madre, la triple diosa, la antigua sabiduría ligada a sus sacerdotisas, los poemas ancestrales aprendidos en las cuevas y reencontrados a través del sueño y algo más…
La recreación del ambiente no ya de Atenas, sus mercados, simposios, la casa de Eurípides con su biblioteca, las representaciones teatrales, sino del paraje de la Sibila cumana o la corte macedónica, los personajes que ofrece, Aspasia, Agatón, Sófocles, Aristófanes, Agatón, Zeuxis, el rey Arquelao, el viejo aedo reducido a titiritero… ejercen en el lector el efecto de la serpiente de la que no puede apartarse la mirada, incluso cuando no se siente a gusto, cuando la visión parece descarnada, desmitificadora, despojada de todos los ideales que suelen depositarse en el siglo de oro griego, acaso también por eso. Por más que uno se sienta tentado a hacer una parada, tomarse un respiro y cotejar hasta dónde llegan las fuentes antiguas y dónde empieza la imaginación de Azpeitia, éste consigue que decida aplazar esa cuestión, quiere saber más, constatar cómo resuelve la aventura, hasta dónde llega su personalísima concepción. En ese sentido no queda decepcionado.
Es más, desearía que existiera en verdad ese “Poema del agua” que Mora traduce para Eurípides, ése cuyo tema identifica el poeta con una canción de Simónides incorporada en la p. 307:
… las aves sin cuento volaban también
su testa buscando, y ascienden los peces
del agua profunda, a la bella canción…
Lo entona Eurípides con la misma melodía que Mora oyó a un poeta sardo. Es el fragmento 62. 1. 2-5 de Poetae melici Graeci, editado por D. L. Page, Oxford, Clarendon Press, 1962 (reimpr. 1967). Pero el poema que atesora la última sacerdotisa de Tarteso, reconvertida en escriba de Eurípides y su vengadora, tiene más de dos mil versos…
Azpeitia se sirve del canto como hilo conductor. En el duro enfrentamiento entre Mora y Sófocles ofrece una reflexión que trasciende la trabajada oposición entre un arcaico mundo femenino y otro dominado por los varones, por los griegos, de los que hasta cierto punto parece desencantado. Merece la pena reproducir las palabras que el autor pone en boca de Sófocles:
“Lo que lleva al poeta a alcanzar la excelencia es conocer el funcionamiento de la sociedad en que vive, para presentar el mensaje que la ciudad necesita. Es la ciudad la que otorga su gloria al poeta. El estado. ¿Conoces el nombre de algún poeta sardo, por ejemplo? No, ¿verdad? Los sardos pertenecen a un pueblo humilde, humillado… Ese es el destino de un poeta bárbaro. No hay victorias para ellos, no hay mercado que controlen para vender el hierro que producen, que cae en manos griegas o fenicias. No hay ciudades sardas que ellos gobiernen ni glorifiquen ni nada por el estilo… Así que no hay poetas ni obras de valor en la literatura sarda. ¡No hay Músika sarda! Ya lo sé, no hace falta que me lo digas: seguro que hay canciones allí, como en todas partes. Muy bien, ¿y a quién le importa?”
Importa, importaría a todos.
Mas pensemos también que si con Eurípides (p. 394) le damos las gracias a Mora, a Azpeitia, por llevarnos allá, a su “cosmos”, aún más tenemos que dárselas a quienes fueron capaces de construir una civilización extraordinaria que merced a la escritura sigue viva y nos deleita con sus canciones.
Henar Velasco López
V Festival Internacional de Cine Arqueológico en Castilla y León
Este fin de semana puedes asisitir en Zamora a este Festival cuya programación adjuntamos.
Sopa de letras
Encuentra 16 nombres de animales en latín (en nominativo singular): abeja, caballo, cigarra, cisne, cucaracha, gorrión, jabalí, langosta, león, liebre, lobo, oso, perro, ratón, toro, tortuga.
Solución: abeja (apis, -is), caballo (equus, -i), cigarra (cicada, -ae), cisne (olor, -is), cucaracha (blatta, -ae), gorrión (passer, -is), jabalí (aper, apri), langosta (locusta, -ae), león (leo, -onis), liebre (lepus, -oris), lobo (lupus, -i), oso (ursus, -i), perro (canis, -is), ratón (mus, muris), toro (taurus -i), tortuga (testudo, -inis).
Eusebia Tarriño Ruiz
Los códices griegos de la Universidad Complutense de Madrid.

Los códices griegos de la Universidad Complutense de Madrid proceden del Colegio Mayor de San Ildefonso de la Universidad de Alcalá, en el que ingresaron en la época del cardenal Cisneros, a principios del siglo XVI, con el fin de servir de base para los trabajos de la Biblia Políglota Complutense dirigidos, en la parte griega, por el catedrático Demetrio Ducas. Han sobrevivido sólo 7 códices de un conjunto que, con toda probabilidad, fue más amplio y que fue mermando a lo largo de los siglos debido a préstamos a otras bibliotecas e instituciones, pérdidas y la guerra civil española de 1936-1939.
En el marco de la Semana de la Ciencia y la Innovación 2021 en Madrid, se han realizado en la Biblioteca Histórica de la Universidad Complutense de Madrid varias actividades de difusión de proyectos de investigación relacionados con sus fondos bibliográficos. Aquellos que no han…
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«El Corazón del Imperio»: las mujeres de la antigua Roma llegan a la televisión
Rosario Cortés nos envía la noticia publicada en ElDiario.es el 10/11/2021. La serie documental de Movistar, «El corazón del Imperio», sobre la historia de las mujeres de Roma, se estrena el 25 de noviembre. Creada por Israel del Santo, constará de 6 capítulos conducidos por el novelista Santiago Posteguillo, Premio Planeta 2018 por Yo, Julia, al que han asesorado y acompañado la doctora en Derecho Romano Amelia Castresana, la doctora en Historia Patricia González, la arqueóloga e historiadora María Engracia Muñoz, la historiadora especialista en Historia de Roma Lidia San José, la psicóloga Mireia Darder y la doctora en Filología clásica Cristina de la Rosa. Para acompañar el estreno, el 17 de noviembre se publicará El Corazón del Imperio, libro basado en la docuserie, escrito por Miguel Díaz de España y editado por Planeta.
Como la prof. Cortés añade: «Aún no sabemos si la serie nos gustará, pero sin duda es una muestra más del éxito social que tienen nuestros temas».
REFERENCIAS CLÁSICAS EN ETERNALS DE MARVEL
El pasado 5 de noviembre se estrenó en cines una nueva entrega cinematográfica de Marvel, Eternals, dirigida por Chloé Zhao. Esta película no ha tenido muy buena acogida entre la crítica. Espinof, por ejemplo, la ha tildado de “aburrida y tremendamente pedante” entre otras razones porque “se intenta presentar en 160 minutazos una mitología demasiado vasta y compleja”.
Pues bien, ante tales expectativas un grupo de estudiantes de Filología Clásica fuimos a verla al cine para poder comprobar si era tan mala como se nos pintaba. Lo cierto es que al salir del cine las conclusiones fueron diversas: argumento pobre, gran reparto, demasiado cargante, peca de políticamente correcta… Pero, además, pudimos comentar las diferentes referencias al mundo clásico que encontramos. (Este artículo pretende recoger las referencias de las que nos percatamos sin entrar en detalles argumentales concretos sobre la película para evitar hacer spoilers).
De lo primero que nos dimos cuenta es de que los Eternos provenían de un planeta llamado Olimpia, en clara referencia al monte Olimpo en el que habitaban una gran parte de los dioses griegos. En segundo lugar, comprobamos que algunos nombres de los Eternos son muy similares a los de personajes de la mitología griega y mesopotámica: Ikaris-Ícaro, Thena-Atenea, Phastos-Hefesto y Gilgamesh. Además, estos personajes comparten algunas características con los personajes mitológicos. Por ejemplo, Phastos al igual que Hefesto, es el inventor de la tecnología e idea las armas con las que acabar con el antagonista o Thena es una mujer guerrera como Atenea.
Según la propia película, los Eternos habrían sido los diferentes dioses de la antigüedad y sus historias habrían sido elaboradas por Duende en los diferentes banquetes a lo largo de los siglos. Además, también son muchos los guiños y referencias a la tradición judeocristiana. Así, en un diálogo se preguntan por qué otros Eternos deberían creerlos, a lo que se responde que porque tienen la verdad y “la verdad os hará libres” (Juan 8, 31) y cuando se preguntan cómo tienen que salvar a la humanidad irónicamente se hace referencia al arca de Noé.
Desde mi punto de vista, el principal problema filosófico planteado por la película es el siguiente: si el progreso y la evolución natural de las cosas conduce a la destrucción, ¿por qué hay que aceptar el progreso, pudiendo conservar lo que ya se tiene? Este debate me recordó al pasaje de la Biblia que dice que “hay un tiempo para nacer y un tiempo para morir” (Ecl. 3, 1-8). Por otra parte, otros debates que se plantean son el de la intervención divina, el determinismo, la superioridad moral, el bien y el mal, etc. Así pues, podemos intuir que la crítica no iba desacertada en decir que había demasiada filosofía para ser una película de superhéroes y acción.
Finalmente, la segunda escena post créditos tiene una cita latina: mors mihi lucrum, “la muerte es mi recompensa”, dicha por el Caballero oscuro. A raíz de esta frase, por cierto, discutimos si los romanos pronunciaban la “h” o no y, tras consultarlo, hemos sabido que los romanos de época clásica no pronunciaban la «h», salvo en algunas excepciones (p. ej. interjecciones), y que la aspiración se produciría más tarde en el latín tardío y medieval.
Enrique Ferrer Piña
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