Es popularmente conocido que el de Ítaca fue una figura polifacética: hombre de muchas tretas, rey guerrero, experto en poliorcética equina, marinero, aventurero, escuchador de sirenas, cegador de cíclopes, amante esposo (con largos deslices isleños), médium y un largo etcétera. Pero, lo que seguro que muchos desconocíamos era que Odiseo, cual Jerry Bruckheimer de la Antigua Grecia, también se ha dedicado a la producción cinematográfica (o, al menos, le ha prestado su imagen).
Los que acudieron al Curso Extraordinario de Innovación Docente titulado Las mil palabras de una imagen. Los textos clásicos del Peplum, celebrado entre febrero y marzo y organizado por la profesora Isabel Moreno y por nuestro compañero y doctorando Federico Pedreira, pudieron comprobar que, en ocasiones, las lecturas de las fuentes clásicas en las que se basan algunas películas y series son más minuciosas de lo que pensaríamos a primera vista.
Pues bien, si alguien ha ido al cine desde el año 2013 hasta la fecha es probable que se haya encontrado con una productora llamada TSG Entertainment, que cuenta en su haber con filmes como La Jungla: un buen día para morir, Lobezno inmortal, Logan, X-Men: días del futuro pasado, X-Men: Apocalipsis, Independence Day: Contraataque, La Ladrona de Libros, Percy Jackson y el mar de los monstruos, etc. En su anuncio publicitario (pincha aquí para verlo) es donde nos encontramos con que un broncíneo Odiseo se ha convertido en el logo de la productora. En este pequeño spot, el Laertíada aparece como el protagonista de uno de los episodios más célebres de la Odisea: en el canto XXI, el héroe, que ya ha conseguido regresar a Ítaca y que se oculta bajo la apariencia de un mendigo, participa en un certamen organizado por su esposa, Penélope. La reina ha hecho una propuesta a los pretendientes que asedian su casa y consumen su hacienda: se irá con el que consiga tensar el arco de su desaparecido marido (XXI, 68-79). Su hijo Telémaco añadió otro reto, en palabras de Homero (Traducciones del prof. Carlos García Gual para Alianza Editorial): “En primer lugar dispuso enhiestas las hachas, excavando para todas un surco único, y lo fijó recto según un cordel. Y apelmazó la tierra a ambos lados. […] Marchó hasta el umbral y allí se detuvo, y manipulaba el arco. Tres veces lo blandió ansioso de tensarlo, y por tres veces desistió del empeño, aunque aún tenía confianza en su ánimo de que tendería la cuerda y dispararía la flecha a través de los hierros. Y tal vez lo habría tensado con aplomo al cuarto intento, de no ser porque Odiseo le hizo una no seña y contuvo su apasionado impulso” (XXI, 120-129). Tras él, lo intentan, sin éxito, los pretendientes. Finalmente, Odiseo es el único capaz de tensarlo: “[Odiseo] Asió una flecha rauda que estaba sobre la mesa, desnuda. Las demás yacían todas a cubierto dentro de la aljaba hueca. Pronto iban a probarlas los aqueos. La encajó en el ángulo y tiró de la cuerda y las barbas desde su sitio, sentado en la silla, y disparó la flecha, apuntando al frente, y no erró ninguna de las hachas desde el primer agujero. El dardo de broncínea punta las traspasó y salió al final” (XXI, 416-423). En los cantos siguientes, Odiseo mata a los pretendientes y recupera su posición y a su familia.
Esta escena es la que vemos representada en el vídeo de TSG Entertainment. Personalmente, desconozco si pretendieron darle algún simbolismo especial, pero al menos es indicativo de que la cultura clásica y su influencia no están tan muertas como a algunos les gustaría pensar.
Rodrigo Río Pérez
Debe estar conectado para enviar un comentario.