Manuela Carmena y el fingimiento del orgasmo femenino en Ovidio

Unos días después del 8-M, el programa Quatre Gats de la Televisió de Catalunya (TV3) emitió un programa dedicado a la mujer en la política, un ámbito en el que el techo de cristal más ha actuado tradicionalmente. El programa se centra en tres mujeres que han alcanzado el cargo de máxima responsabilidad en su ámbito: Manuela Carmena (exalcaldesa de Madrid), Uxue Barkos (expresidenta de Navarra) y Teresa Rodríguez (líder de Podemos en Andalucía). En un determinado momento, la primera de ellas, Manuela Carmena habla de cómo la sexualidad siempre ha sido algo tratado desde una perspectiva únicamente masculina y, para ejemplificar su argumentación, comenta que hay unos versos del Ars Amatoria de Ovidio (III 793-803) en los que se recomienda a la mujer que, en caso de no hacerlo espontáneamente, finja tener un orgasmo en el coito para satisfacer al hombre. El video completo puede encontrarse en este enlace (para la cita de Ovidio, véase a partir del minuto 45:00). Los versos a los que hace referencia son los que siguen:

Sentiat ex imis venerem resoluta medullis
     Femina, et ex aequo res iuvet illa duos.
Nec blandae voces iucundaque murmura cessent,
     Nec taceant mediis improba verba iocis.
Tu quoque, cui veneris sensum natura negavit,
     Dulcia mendaci gaudia finge sono.
Infelix, cui torpet hebes locus ille, puella,
     Quo pariter debent femina virque frui.
Tantum, cum finges, ne sis manifesta, caveto:
     Effice per motum luminaque ipsa fidem.
Quam iuvet, et voces et anhelitus arguat oris.

“Sienta el amoroso deleite en lo hondo de sus entrañas la mujer entregada, y que la cosa esa les dé gusto a los dos por igual. No paren quejidos tiernos y susurros gozosos, no queden sin pronunciar frases descaradas en medio de los retozos. También tú, a la que naturaleza negó sentir el amoroso deleite, aparenta dulces gozos con engañosos sones. ¡Pobre la mujer que tiene fría y embotada la parte esa donde a la par deben hembra y varón hallar disfrute! Eso sí, al aparentar, debes procurar no delatarte: inspira con tus meneos y con los ojos incluso confianza. El gusto que sientes demuéstrenlo en tu boca quejidos y jadeos.” (Traducción de Francisco Socas para Alma Mater, 1995).

Bartomeu Obrador Cursach

Cosas que hacer en cuarentena (7): ver teatro clásico online

Desde el área de Teatro del Ayuntamiento de Béjar celebran el Día del Teatro (el pasado 27 de marzo) con varias propuestas que son accesibles en la red hasta el miércoles 1 de abril; entre ellas la versión de la comedia de Terencio, “El Eunuco”, estrenada en la 60 edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida y “Julio César”, estrenada en la 59 edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida.

Cosas que hacer en la cuarentena (6): Podcasts del Institute of Classical Studies

Aprovechando que el confinamiento ha llegado ya también a Londres y todos los eventos que implican las reuniones colectivas han sido cancelados o postpuestos, el Instituto de Estudios Clásicos nos recuerda la sección de su web en la que se pueden encontrar los podcasts de algunas de las conferencias que en los últimos años (desde 2015 hasta este mismo año 2020—fechas que justo coinciden con el lapso de tiempo que nuestro blog lleva en activo) han tenido lugar en él. Destacan las charlas de uno de sus últimos ciclos de conferencias, “Gender and Sexuality from Livia to Theodora,” organizado por Richard Alston y Kate Cooper a finales del año pasado. Puedes acceder a través de este enlace.

Marta Martín Díaz

En Roma también había perritos falderos

Eusebia Tarriño y Esperanza González nos envían el enlace a un reportaje de Salamanca24horas: Los romanos tenían perros miniatura como animales de compañía. La noticia la puedes leer también en La Vanguardia. Por lo visto, arqueólogos de la Universidad de Granada y científicos del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra y el Instituto de Historia del CSIC de Madrid, han revelado en un estudio que los romanos ya tenían perros pequeños, del tamaño de un pequinés o chihuahua, como animales de compañía. Lo cierto es que, como apunta Eusebia Tarriño, Plinio en su Historia Natural habla de perros y cuenta historias sobre su extraordinaria fidelidad a los amos o su valor, pero siempre parece referirse a perros de una talla considerable, perros que los hindúes quieren cruzar con tigres o los galos con lobos; perros capaces de enfrentarse a un león o a un elefante. Nada hace pensar que existieran perros patada, salvo este descubrimietno de inhumaciones de perros en la necrópolis romana de Llanos del Pretorio, a la afueras de Córdoba.

Susana González Marín

 

Cosas que hacer en cuarentena (5): busca los homenajes a Uderzo

Tras la muerte de Uderzo el martes, se han sucedido los homenajes, muchos de ellos aludiendo al delicado momento en el que se ha producido su fallecimiento, como este de Vergara publicado en El diario.es el 24 de marzo.

obélix

Por otra parte, el diario As recoge el que le ha rendido L’Équipe en Twitter: adaptando la portada del álbum Astérix en los juegos olímpicos incorporan el siguiente texto: «Después de que Albert Uderzo, uno de los dos padres de Astérix, nos dejase ayer a la edad de 92 años, Japón y el COI han anunciado el aplazamiento de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 al próximo año»:

L'equipe

¿Lucharon Aníbal y sus elefantes en Driebes?

El País publica la noticia de que los arqueólogos Javier Fernández  y Emilio Gamo y los geólogos Miguel Ángel Rodríguez-Pascua, Andrés Díez-Herrero, María Ángeles Perucha y José Francisco Mediato proponen como hipótesis que la batalla que Aníbal sostuvo contra los carpetanos se produjo entre Driebes e Illana, en Guadalajara: A la busca de los elefantes de Aníbal junto al Tajo

La batalla fue recordada por Polibio y Tito Livio. Os dejamos los textos correspondientes.

Polibio 3, 14:

Al verano siguiente (Aníbal) salió de nuevo, esta vez contra los vacceos, lanzó un ataque súbito contra Salamanca y la conquistó; tras pasar muchas fatigas en el asedio de Arbucala (Toro), debido a sus dimensiones, al número de sus habitantes y también a su bravura, la tomó por la fuerza.
Ya se retiraba, cuando se vio expuesto súbitamente a los más graves peligros: le salieron al encuentro los carpetanos, que quizás sea el pueblo más poderoso de los de aquellos lugares; les acompañaban sus vecinos, que se les unieron excitados principalmente por los ólcades que habían logrado huir; les atacaban también, enardecidos, los salmantinos que se habían salvado. Si los cartagineses se hubieran visto en la precisión de entablar con ellos una batalla campal, sin duda alguna se habrían visto derrotados. Pero Aníbal, que se iba retirando con habilidad y prudencia, tomó como defensa el río llamado Tajo, y trabó el combate en el momento en que el enemigo lo vadeaba, utilizando como auxiliar el mismo río y sus elefantes, ya que disponía de cuarenta de ellos. Todo le resultó de manera imprevista y contra todo cálculo. Pues los bárbaros intentaron forzar el paso por muchos lugares y cruzar el río, pero la mayoría de ellos murió al salir del agua, ante los elefantes que recorrían la orilla y siempre se anticipaban a los hombres que iban saliendo. Muchos también sucumbieron dentro del río mismo a manos de los jinetes cartagineses, porque los caballos dominaban mejor la corriente, y los jinetes combatían contra los hombres de a pie desde una situación más elevada. Al final cruzó el río el mismo Aníbal con su escolta, atacó a los bárbaros y puso en fuga a más de cien mil hombres. Una vez derrotados, nadie de allá del Ebro se atrevió fácilmente a afrontarle, a excep ción de Sagunto. (Tr. M. Balasch)

Tito Livio, 21, 5

Sus ciudades (de los vacceos) de Hermándica y Arbocala fueron tomadas por la fuerza. Arbocala se defendió largo tiempo gracias al valor y al número de sus habitantes. Los fugitivos de Hermándica después de unirse a los exiliados de los ólcades, pueblo dominado el verano anterior, instigan a los carpetanos, y atacando a Aníbal a su regre-
so del territorio vacceo no lejos del río Tajo, desbarataron la marcha de su ejército cargado con el botín. Aníbal obvió el combate y después de acampar a la orilla del río, una vez que reinó la calma y el silencio en el lado enemigo vadeó el río, levantó una empalizada de forma que los enemigos tuviesen sitio por donde cruzar y decidió atacarlos cuando estuvieran cruzando. Dio orden a la caballería de que atacasen a la columna entorpecida cuando la viesen metida en el agua; los elefantes, pues había cuarenta, los colocó en la orilla. Entre carpetanos y tropas auxiliares de ólcades y vacceos sumaban cien mil, ejército invencible si la lucha se desarrollara en campo abierto. Por ello, intrépidos por naturaleza y confiando además en el número, y creyendo que el enemigo había retrocedido por miedo, convencidos de que lo que retrasaba la victoria era el hecho de estar el río de por medio, lanzando el grito de guerra se precipitan al río de cualquier manera, sin mando alguno, por donde a cada uno le pillaba más cerca. Tam-
bién desde la otra orilla se lanza al río un enorme contingente de jinetes, y en pleno cauce se produce un choque absolutamente desigual, puesto que mientras el soldado de a pie, falto de estabilidad y poco confiado en el vado, podía ser abatido por un jinete incluso desarmado que lanzase su caballo al azar, el soldado de a caballo, con libertad de movimientos para sí y para sus armas, operaba de cerca y de lejos con un caballo estable incluso en medio de los remolinos. En buena parte perecieron en el río; algunos, arrastrados en dirección al enemigo por la corriente llena de rápidos, fueron aplastados por los elefantes. Los últimos, que encontraron más segura la vuelta a la orilla, después de andar de acá para allá se reagruparon, y Aníbal, antes de que se recobrasen sus ánimos de tan tremendo susto, metiéndose en el río en formación al cuadro los obligó a huir de la orilla, y después de arrasar el territorio en cosa de pocos días recibió también la sumisión de los carpetanos. Desde ese momento quedaba en poder de los cartagineses todo el territorio del otro lado del Ebro, exceptuados los saguntinos. (Tr. J. A. Villar Vidal)

Susana González

Precisiones en Twitter: ¿Es Odisea o es Eneida?

El diario argentino La Nación se hizo eco de la historia de una pareja de turistas argentinos que a causa de las medidas de confinamiento para frenar la expansión del COVID-19 quedó varada en Italia. El periódico, dada la sucesión de desapacibles peripecias en sus 25 días de viaje, denomina la situación como ‘odisea,’ a lo que el usuario de Twitter @ladrondesabado respondió:
“Si quedaron varados en Italia no es Odisea, es Eneida (?).” Aunque lo más destacable de este tuit sea el chiste (como confirma su elevada cantidad de favs, o sea, ‘me gustas’), a partir de él, este usuario aprovechó para crear un hilo con algunos datos curiosos sobre estos dos poemas épicos, destacando algunos de los paralelos que se dan entre ellos. Puedes leer el hilo completo aquí.

Marta Martín Díaz

Cosas que hacer en el aislamiento (3): Buster Keaton en Roma

En la película Las tres edades (1923) -una parodia de «Intolerancia«, de D.W. Griffith- una de las épocas que Buster Keaton visita es la antigua Roma; aquí os dejamos el enlace a esa parte de la película. No os perdáis la escena en la que se quita el casco (en 2:12) o las carreras en el circo (a partir de 8:19). Eso sí, latín no sabían mucho: el cartel de No parking aparece en latín así: Non postum exit (1:57)

Susana González Marín

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