La fuerza del destino

Publicamos hoy el segundo microrrelato que nuestro jurado ha seleccionado como finalista de nuestra II edición del concurso de Microrrelatos de tema clásico.

Su autora es Blanca Soto Martínez, de 1º de Filología Hispánica

LA FUERZA DEL DESTINO

Había sido un auténtico flechazo. «¿Qué se le habrá perdido a una Musa en este antro?», se preguntaba. Melpómene resultaba tan extravagante, con sus máscaras y sus ademanes dramáticos, entre las almas de los muertos. Descubrió entonces que ni en el Hades se salva uno de Cupido.

La deseaba. Deseaba colmarla de amor y riquezas, que nunca tuvo. Nada hermoso corresponde al infame Deimos, el tormento del mundo. Además, incluso si consiguiera cortejarla, estaba su insidioso hermanito, que disfrutaba asustando a todo el que se le acercase.

¿Quién le iba a decir, sin embargo, que su flecha había alcanzado también a Fobos y a la bella Musa? ¿Cómo iba él a saber que la ciega Fortuna los colocaría a los tres en la misma alcoba, ebrios de una dulzura desconocida en el Inframundo?

Hoy Deimos está nervioso y se distrae recordando estas ironías, mientras escucha a su amada gritar de dolor.

Silencio. Un llanto infantil.

Ha sido niña.

Y Melpómene, que la acuna entre risas y sollozos, murmura:

– Se llamará Tragedia, porque nació de la pena, el terror y el arte.

In situ

Publicamos hoy el microrrelato que nuestro jurado ha seleccionado como finalista de nuestra II edición del concurso de Microrrelatos de tema clásico.

Su autor es Jon Fontán Calzada (4º de Traducción e Interpretación)

In situ

Adriano se gana la vida combatiendo para otros. Siempre está viajando para alimentar a su familia. Siente cómo el gigantesco barco en que navega coge velocidad, inmune al oleaje. Ve empequeñecer a su mujer e hija, a lo lejos, en Gades. Navega rumbo a África. Se despide con un grito desesperado de su niña: sabe que es su última oportunidad. La pequeña, ajena a cuánto ocurre, juega con las palomas del muelle.

Abdul es un descendiente lejano de Adriano. Siempre está viajando para alimentar a su familia. Siente cómo la triste patera en que navega zozobra, herida por el oleaje. Ve crecer las siluetas de personas en la playa, a lo lejos, en Cádiz. Navega rumbo a Europa. Saluda con un grito desesperado a una niña: sabe que es su última oportunidad. La pequeña, ajena a cuánto ocurre, juega con el móvil.

Obediencia

Publicamos hoy el microrrelato que nuestro jurado ha seleccionado como ganador del 1er premio de nuestra II edición del concurso de Microrrelatos de tema clásico.

Su autora es Bárbara Martínez Terrón (2º de Economía)

Dolor. Dolor en sus muñecas, en el rastro de sangre que se deslizaba por su muslo y en la parte más profunda de su pecho. Mientras pasaba el paño húmedo por su magullado cuerpo, intentando desesperada e inútilmente hacer desaparecer los trazos morados de su piel, una lágrima se abrió camino por su mejilla. La vida tiene una extraña forma de conseguir que todo cobre sentido, que todo esté unido por un hilo al que acabas retornando. En su caso era la obediencia.

Había marcado su vida de formas inimaginables, hasta llevarla a su siguiente depredador, que llegaba a las termas quince minutos después del anterior. Cerró los ojos y mantuvo presionados los labios para intentar evitar que se creasen recuerdos imborrables. Se mantuvo callada hasta que el movimiento cesó, y al fin se quedó sola. Encontró otro rasguño en su pecho, que se añadía a la colección de marcas de amor.

Y fue entonces, viéndose reflejada en el agua, cuando lo supo. Caminó desnuda hacia su fajo, buscando el filo que antes había cortado fruta para alimentarla, y que ahora cortaba sus muñecas para liberarla. Y tan solo en ese momento se obedeció a sí misma.

El palacio flotante de Calígula en el lago Nemi

Leo en Clío. Revista de Historia, año 27, número 187 p.10 un artículo de Daniela Jiménez, “En busca del palacio flotante de Calígula”.

También se hace eco el corresponsal Eusebio Val de La Vanguardia (leelo aquí)

Al parecer se ha reanudado la búsqueda que allá en los años 20 del pasado siglo diera sus frutos: se lograron extraer dos naves para las que se construyó un museo. Y lo que es el destino, si aparecieron en bastante buen estado y a Benito Mussolini le vinieron de perlas para proclamarse heredero de las glorias de la Roma Imperial, años después un incendio en plena II Guerra Mundial, año 1944, las destruyó casi por completo.

Pueden encontrar más información a cargo de Ampa Gandulf en Arquehistoria con interesantes fotografías y reconstrucciones (pincha aquí). De ahí tomamos la que encabeza esta entrada.

Naturalmente también puede consultarse con bibliografía e interesantes enlaces la entrada de Wikipedia en italiano (aquí).

¡Ojalá tenga suerte el equipo interdisciplinar formado por quince expertos que vuelve a afanarse en tales tareas y el lago Nemi nos devuelva ese tercer barco que buscan!

Aprovechemos la ocasión para informarnos más sobre esos palacios flotantes que incluían auténticas mansiones ricamente decoradas y constituían el capricho de Cayo Julio César Augusto Germánico, más conocido como Calígula, el apodo que le diera la soldadesca de su malogrado progenitor.

Henar Velasco López

 

Fallo de la II Edición del Concurso de Microrrelatos de tema clásico

Nuestro amable jurado, compuesto por Francisca Noguerol, Javier San José y Juan Antonio González-Iglesias, ha acordado por unanimidad conceder

el 1er. premio al microrrelato titulado

«Obediencia», de Bárbara Martínez Terrón (2º de Economía)

Asimismo otorga premio de finalistas a los titulados

«In situ«, de Jon Fontán Calzada (4º de Traducción e Interpretación)

«La fuerza del destino», de Blanca Soto Martínez (1º de Filología Hispánica)

Notae tironianae envía su enhorabuena a los premiados y su agradecimiento a todos los participantes. La semana que viene el blog publicará el microrrelato ganador y los finalistas.

La entrega de premios y la lectura de los microrrelatos galardonados tendrá lugar en un acto público el martes 30 en la Sala de Juntas de la Facultad de Filología (Palacio de Anaya) a las 12:00. Quedan invitados a asistir todos los que lo deseen.

 

 

 

Los antiguos cántabros

Javier San José Lera, cántabro de pro, nos envía amablemente una noticia aparecida en El Diario Montañés (pincha aquí) y que reproducimos íntegramente. No todo va a ser Pompeya y Roma.

Descubren un campamento romano de las Guerras Cántabras en Castañeda

Arqueólogos cántabros han sacado a la luz un nuevo campamento militar romano en un lugar conocido como La Cabaña, en el municipio de Castañeda. La campaña, dirigida por el arqueólogo Enrique Gutiérrez Cuenca, con la colaboración de José Ángel Hierro Gárate, Rafael Bolado del Castillo y Eduardo Peralta Labrador, ha reunido numerosos testimonios (una moneda, una fíbula omega o una vaina de puñal labrada), que permiten datar el asentamiento en el año 25 a. de C., coincidiendo con las Guerras Cántabras. Por otro lado, esta misma loma fue el escenario de una contienda con el ejército italiano en el año 1937.

A pesar de que el yacimiento estaba «muy alterado» por un incendio forestal ocurrido en 2015, durante la prospección se ha conseguido recuperar valiosas piezas, «que confirman el carácter militar y la cronología del yacimiento«, fijándolo en este periodo convulso de la historia entre el 29 y el 19 a.de C. Así, según describen los investigadores, se ha encontrado una moneda romana de bronce acuñada en la Colonia Lépida Celsa (Velilla del Ebro, Zaragoza) entre los años 44 y 36 a. de C., una pieza de suspensión de una vaina de puñal fínamente decorada y una fíbula en omega –broche que utilizaban los romanos para sujetarse la vestimenta– y que ya descansan en el el Museo de Prehistoria y Arqueología (Mupac) para su estudio, restauración y exposición.

Además, también han aparecido otros útiles usados por los legionarios como una dolabra –un tipo de herramienta para cavar fosos– o parte de un molino de mano portátil para moler la ración diaria de cereal.

Pieza que sujeta una vaina de puñal romano encontrada en el yacimiento de La Cabaña en Castañeda.

Pieza que sujeta una vaina de puñal romano encontrada en el yacimiento de La Cabaña en Castañeda.

El recinto tiene una extensión de dos hectáreas, «superficie suficiente para alojar a unos 1500 hombres», describen. Además, las estructuras mejor conservadas definen una línea «triple de fosos y terraplenes en la zona norte» y se completaban con una fortificación «más sencilla».

También, junto al yacimiento, una prospección previa mediante fotografía aérea permitió localizar otro posible campamento «de mayor tamaño» a poco más de un kilómetro hacia el sur, en el barrio de Pando (Santiurde de Toranzo). De hecho, ambos fueron incluidos en la obra colectiva ‘Las Guerras Astur-Cántabras’ en 2015.

Además, los dos asentamientos están en relación visual tanto con los del Campo de Las Cercas y Cildá, o el castro de la Espina del Gallego, «que forman parte del mismo dispositivo militar romano, en la otra orilla del Pas», describen.

A juicio de este equipo de arqueólogos, el hallazgo de La Cabaña es en sí mismo, una «evidencia arqueológica» que permitiría situar «en la Bahía de Santander» el mítico Portus Victoriae, cuya existencia describía ya Plinio el Viejo, pero del que existen varias teorías sobre su posible situación geográfica. «Su ubicación, a menos de 20 kilómetros de la bahía, vincula este establecimiento militar con el desembarco de tropas romanas que hizo posible la conquista de Cantabria por Roma», afirman.

Operación de salvamento

Gutierrez Cuenca y sus colaboradores pusieron también el acento en el peligro que ha corrido La Cabaña, debido a un incendio forestal en 2015 y los trabajos posteriores de acondicionamiento «que se llevaron a cabo sin supervisión arqueológica», dejando el yacimiento «muy alterado». Todo ello a pesar que, en 2014, ya habían avisado a Cultura de la existencia de los mismos. La actuación ha consistido en una «operación de salvamento» con el objetivo de documentar y recuperar los restos «que la maquinaria pesada se había llevado por delante», con autorización de Cultura y financiada por los arqueólogos.

Durante los trabajos, también se ha recuperado material importante de la Guerra Civil, ya esta misma loma fue el escenario de una batalla entre la División Littorio (italiana) y algunas unidades republicanas.

No podemos por menos de recoger la alusión a Plinio el Viejo, que, en efecto, dedica un pasaje de su extensa obra a la descripción de la zona en su Historia Natural (4, 111): «Siguen la región de los cántabros con nueve pueblos, el río Sauga [para García y Bellido, es el actual Miera; otros se inclinan por el Asón] y el Puerto de la Victoria de los Juliobrigenses; a cuarenta mil pasos [unos 60 kms.] de aquí están las fuentes del Ebro…». En efecto, todo apunta a que el Puerto de la Victoria se situaba en el actual Santander. Julióbriga fue la ciudad más importante de la zona, situada en Retortillo, cerca de Reinosa.

Pero quizá los cántabros merezcan una entrada más completa… ¿hay algún voluntario?

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Imagen tomada de Tony Rotondas – Trabajo propio, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=23283666

Susana González Marín

Medea en Juan del Enzina

El viernes 26 de mayo a las 21.00 la compañía Némesis representará en el teatro Juan del Enzina la tragedia Medea de Eurípides.

ENTRADAS: 3 €

(ANTICIPADA, LOS PROPIOS GRUPOS Y UNA HORA ANTES DE CADA ACTUACIÓN EN LA TAQUILLA DEL TEATRO)

Adjuntamos la información precisa:

Escenografía y dirección: La Compañía

Dramatis personae (por orden de intervención):

Nodriza/Pedagogo: Felipe Brum Gallardo

Coro: Arturo López Martínez-Márkel Hernández Pérez

Medea: J. Alberto Rodríguez

Creonte/Egeo: Soraya Santos

Jasón: Carmen Diana Almeida Eleno

Mensajero (Hijos de Jasón): Pablo del Castillo Baquerizo

Sinopsis:

En Corinto, la de dos orillas (las del Hudson en Nueva York), en el tiempo mítico (los 80 de una ciudad sin ley), Jasón y Medea, ella y él, Medea y Jasón, él y ella, sobreviven como prófugos, con un rastro de sangre a sus espaldas desde la lejana Cólquide, la patria de él, Medea, a Yolcos: Chicago, Míchigan o Montreal… Todo comenzó con la misión de conquistar el vellocino de oro: “Dame la piel, extranjera”. Le dijo ella, Jasón. “A cambio de tu cuerpo”. Replicó Medea. Un pacto sexual. Un collar de sumisión para Jasón, ella, unos hijos…

Pero la sumisa decide romper el contrato, tomar un esposo convencional, Creúsa, la hija del rey, Creonte, del alcalde, Giuliani, que se ha propuesto limpiar las calles de mercenarios, convictos y sin papeles; de la droga de los sótanos nocturnos del Village, junto al río; de la prostitución y el sadomasoquismo; de Medea…

Un día para huir, sola, bajo pena de muerte. Una traición en lo más íntimo, esa cama. Una venganza: y sangre, de inocentes.

Del clásico de Eurípides. Sexo. Violencia. Ambición. Odio. Soledad. Maternidad y paternidad: “Aquí estoy: Medea”.

Plinio el Viejo, protagonista de un manga


Mari Yamazaki (la autora de Thermae Romae) está publicando en colaboración con Tori Miki un manga titulado Plinius del que ya han aparecido tres volúmenes en español (editorial Ponent Mon, 2016 y 2017). Aunque cada vez es más popular, igual no está de más recordar que el término “manga” designa el “cómic de origen japonés”, según la definición del DRAE, que ha aceptado ya esta palabra. Acabo de leer las tres entregas de Plinius y os voy a contar mis impresiones.

A aquellos que no conozcan más mangas que las de su camisa o la del café (what else?) les sorprenderá saber que los mangas están encuadernados y se leen al revés, es decir, de atrás hacia delante y de derecha a izquierda. En cada página, aunque la vista se va por costumbre a la viñeta superior izquierda, hay que empezar por la derecha. Si no, se nos descolocan los diálogos, como podéis comprobar en esta página perteneciente a Plinius 1:Plinius.jpg

No es un capricho del género, simplemente responde al orden habitual en la escritura japonesa, que se ha conservado en la difusión internacional de estas obras como rasgo peculiar de su origen.

Mientras nos habituamos al nuevo sistema de lectura podemos ir disfrutando de los dibujos, admirables por su nitidez y minuciosidad. Mari Yamazaki buscó la ayuda de Tori Miki precisamente para compartir el trabajo gráfico, en particular los fondos y paisajes de la antigua Roma, aunque la colaboración se fue haciendo cada vez más estrecha y rebasó los límites iniciales. Estos detalles sobre la creación de la obra podemos conocerlos gracias a los diálogos entre ambos autores, incluidos en cada uno de los volúmenes. En efecto, cada libro consta de siete capítulos y una conversación entre los creadores, que en el primero está intercalada entre los capítulos, en tres originales interludios, y en los dos restantes aparece al final, como epílogo.

Los tres volúmenes tienen una extensión similar (200 páginas), pero cada uno tiene carácter propio, según los personajes que van saliendo a escena. El relato comienza en plena erupción del Vesubio, con un Plinio más interesado por el fenómeno que preocupado por el peligro que corre su vida. En seguida se produce un salto temporal y de perspectiva, pues será Eukles, su escribiente, el personaje que pasa a primer plano. Conoceremos el lejano momento en que Plinio lo tomó a su servicio y a partir de ahí se van relatando los acontecimientos. Nerón y Popea son también protagonistas destacados en el primer volumen; Séneca, Burro, Corbulón y otros muchos irán apareciendo en los siguientes. Yamazaki señala que con los personajes históricos sobre los que hay abundante caracterización, como es el caso de Nerón, ha intentado atenerse a la información que conocemos; en cambio con Plinio ha dejado volar su imaginación porque no hay muchos datos sobre él. Y así lo pinta como un individuo al margen de las convenciones sociales y cortesanas, apasionado de la naturaleza, capaz de demorar una orden del emperador por observar, y también degustar, un gigantesco atún recién pescado, y cuyo objetivo en la vida es “dedicarse a aprender y a desarrollar conocimiento” (Plinius 3, p. 43). Plinio es un pozo de sabiduría, o más bien un géiser, cuyos conocimientos se escapan a chorros, y menos mal que ahí está Eukles con sus tablillas para tomar nota de todas sus observaciones. Pero no es un erudito insensible, sino que se muestra humano en el mejor sentido de la palabra, incluso hacia los esclavos (episodio de Anna) y, por supuesto, hacia los animales (observaciones sobre los elefantes), y también es humano por su debilidad, esa tos que no lo abandona, asma según su médico, al que Plinio odia cordialmente. El Plinio de Yamazaki, sólidamente asentado en los textos de la Historia natural, se hace querer. Tanto, que yo ya espero impaciente la cuarta entrega…

Enlaces de interés: En el enlace de la editorial pueden leerse algunas páginas del cómic; en el de El País, hay un artículo sobre la autora y sus obras.

http://ponentmon.com/comics-castellano/del-este/plinivs1/index.html

http://cultura.elpais.com/cultura/2017/02/09/actualidad/1486665056_218741.html

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Tori Miki y Mari Yamazaki

Eusebia Tarriño

 

 

 

 

 

BAILES GRIEGOS

El pasado día 28 de abril tuvimos la suerte de poder participar activamente en el día del centro del IES Francisco Salinas de Salamanca durante nuestro periodo de prácticas.

baile

Nuestra tutora, Amelia Montiel, es una experta en danzas griegas, ya que ha vivido en Grecia durante los últimos 28 años. Cuando nos propuso esta actividad no pudimos negarnos ante esta nueva e increíble oportunidad que teníamos ante nuestros ojos, por lo que durante una semana estuvimos aprendiendo los principales bailes griegos para luego poder realizar un taller dirigido a todos los alumnos del centro. Para la ocasión, decidimos realizar una selección de los bailes griegos más tradicionales, a los que unimos el συρτάκι, que, a pesar de ser el más reciente de todos, es el más conocido gracias a la popularidad de la película “Zorba, el griego”.

El baile ha estado siempre vinculado a Grecia desde los orígenes, ya que permitía a la población expresar sus sentimientos a través de la vinculación que se establecía con la danza y con la ciudad, ya que el baile es un elemento de cohesión entre los ciudadanos. Como ejemplo de origen mítico de algunos de esos bailes se encuentra la historia de Teseo, que mató al Minotauro en el laberinto de Cnoso. La historia narra cómo Teseo, tras haber matado al Minotauro, de regreso a Atenas, se detuvo en Delos para ofrecer un sacrificio a los dioses por la ayuda recibida. En dicho sacrificio, elaboró un baile con movimientos de serpiente, en el que ejemplificaba las dificultades que había vivido en su enfrentamiento con el Minotauro y, en general, en su aventura a través del laberinto. Los griegos extendieron el baile a su vida cotidiana a lo largo de historia, dando lugar a las diferentes variedades que existen actualmente, muchas de ellas relacionadas entre sí. Existen dos grandes grupos: danzas de pueblos o δημοτικά, entre las que tenemos el καλαματιανός (kalamatianós), el συρτός (sirtós) y el τσάμικο (tsámico); y las danzas conocidas en la ciudad a través de las tabernas y el ocio nocturno, dentro de las cuales incluimos el χασάπικο (hasápico), χασαποσέρβικο (hasaposérviko), τσιφτετέλι (tsifteteli) o el συρτάκι (sirtaki), que, como hemos dicho, es el menos tradicional. Entre ellos, practicamos los siguientes:

  • Καλαματιανός: danza tradicional griega, que en su origen tuvo un sentido trágico pero hoy es de carácter festivo. Fue muy frecuente en la zona de Laconia. Un ejemplo lo podemos encontrar en este vídeo de Youtube, en el que unas chicas bailan al son del Μήλο μου Kόκκινο.
  • Χασάπικο: fue la danza de la asociación de carniceros de Constantinopla, durante el periodo bizantino. Los bailarines ponen las manos en los hombros del compañero, realizan variaciones en los pasos e incluso se dan palmaditas en los hombros.
  • Τσιφτετέλι: baile femenino de origen oriental. Antiguamente se bailaba en pareja, con los brazos en alto y con menos movimientos sensuales que en la actualidad, ya que ha recibido mucha influencia de los bailes orientales femeninos. Aquí tenemos un ejemplo del célebre programa griego “Στην υγειά μας”.
  • χασαποσέρβικο: es una modalidad más rápida que el χασάπικο.
  • Συρτός: es una danza grupal en ronda, similar al καλαματιανός, con ligeras variantes en algunos de sus pasos. Es, probablemente, la más antiguas de todas las mencionadas. Podemos ver un ejemplo de este baile tradicional griego pinchando en este enlace.
  • Συρτάκι: no es una danza griega tradicional, sino que fue creada para la película Zorba, el griego de 1964. Pertenece al compositor Mikis Theodorakis. Esta danza es una mezcla de versiones lentas y rápidas de la danza χασάπικο. Se baila en una formación en línea o círculo, con las manos en los hombros de los compañeros y, como ya hemos dicho, comienza de manera lenta, transformándose gradualmente en más rápida e incluyendo saltos. Pinchando aquí podréis ver un pequeño tutorial realizado por Amelia Montiel, Beatriz Calvo y Marina López sobre cómo realizar el comienzo del baile griego. Tras la parte que hemos grabado seguirían los pasos del χασάπικο, que dábamos ya por conocidos.

Esperamos haber hecho un buen resumen sobre los principales bailes tradicionales griegos y que, con esta entrada, os haya “picado” el gusanillo para aprender, al menos, alguna de las variantes propuestas anteriormente.

Beatriz Calvo y Marina López

Entrevista a Luis Miguel Gómez Garrido, profesor de Latín en Secundaria

Entrevistamos a Luis Miguel Gómez Garrido, Doctor en Filología Hispánica y licenciado en Filología Árabe por la Universidad de Salamanca. Actualmente, ocupa una vacante como profesor interino de latín en el instituto de Educación Secundaria “María de Córdoba”, de Las Navas del Marqués (Ávila). Imparte las asignaturas de Latín y Cultura Clásica a alumnos de 4º y 2º de la ESO, respectivamente.

img_6473-Luis Miguel, ¿cómo es el trabajo diario con tus alumnos?

Yo siempre, lo que hago, es mandarles hacer frases. No me gusta mandarles deberes para casa. Les dejo toda la hora para que realicen las frases en clase. Y luego, al día siguiente, ya se corrigen en la pizarra.

-¿Cómo son las clases de Cultura Clásica?

La materia está ordenada en los siguientes bloques temáticos: primero, se da lo que es una introducción a las lenguas clásicas (al griego, al latín), su influencia en las lenguas romances; se les enseñan unos rudimentos sobre el alfabeto griego; luego, se dan unas nociones básicas sobre la religión clásica. Y también se habla sobre la vida cotidiana de los griegos y romanos, sobre los juegos, por ejemplo.

También hay algún tema dedicado al arte, a la arquitectura, a los espectáculos, por supuesto; hay un tema dedicado al ejército y la guerra, otro a la política y ciudadanía…; es decir, que se tratan diferentes aspectos del mundo clásico, tanto en Grecia como en Roma. El temario es muy amplio, y muchas veces no te da tiempo a darlo todo en un curso. Pero, ¡bueno!, lo importante no es tanto la cantidad como la calidad. Por otra parte, al final de cada unidad didáctica hay una sección dedicada a la mitología, en la que los textos están adaptados al nivel de los muchachos. En un mito, no vas a citar directamente un fragmento de las Metamorfosis de Ovidio. Son textos que están adaptados para que ellos los puedan entender. De esta manera, está estructurada la materia de Cultura clásica.

En cuanto a la asignatura de latín, se dan nociones muy básicas, porque es optativa. Se dan las declinaciones y algunas nociones sobre los verbos (solamente se ven el modo indicativo y los tiempos simples). En cuanto a la voz pasiva, sólo se imparten fundamentos muy básicos. De la oración compuesta,se ven las oraciones de infinitivo más sencillas y las coordinadas, nada más. Como puedes ver, no nos andamos “metiendo en camisas de once varas”, porque ya tendrán tiempo de ver de forma más pormenorizada la sintaxis en 1º de Bachillerato, los que luego opten por la rama de Humanidades, de letras. Ahora se trata de que tengan unas nociones básicas de latín.

Todo muy elemental: declinaciones, algunos verbos, algunas construcciones sintácticas sencillas; También se da algo de instituciones romanas.

-En Cultura clásica, tus alumnos han realizado unos murales. Cuéntanos en qué ha consistido.

En segundo de la ESO los alumnos tienen que realizar proyectos, que son trabajos cooperativos, que es algo que todavía no está muy bien perfilado. Bueno, pues a mí se me ocurrió que podían realizar unos murales, unas cartulinas, por grupos. Como máximo, cuatro, porque, si son más de cuatro, luego ya se iban a dedicar a…, pues dos iban a trabajar y el resto no iba a hacer nada. Así que se me ocurrió que en esos murales pudiesen relacionar aspectos de la Cultura clásica que estábamos viendo con el mundo moderno. Y algunos, muchos, a lo largo del curso, me han ido realizando trabajos donde relacionaban, por ejemplo, las bodas griegas (o las bodas romanas) con las bodas judías, marroquíes o gitanas.

Te pongo ejemplos, para que veas que de lo que se trata, no es tanto de hacer un trabajo al uso como de relacionar los contenidos que estamos viendo en la asignatura con otras materias: lo que ahora está tan de moda, eso que llaman el carácter “interdisciplinar” de la enseñanza. Pues se trata de aplicarlo a estos proyectos, que sepan relacionar unos contenidos con otros.

-¿Cómo fue tu primer contacto con las lenguas clásicas?

Cuando estudiaba en el colegio de los padres dominicos de Atocha, yo tuve un profesor de latín muy bueno, que tenía la virtud de explicar con mucha claridad todas las nociones, los rudimentos de la lengua latina. Me llamaron la atención el orden de la lengua latina y su sonoridad, por lo que decidí al siguiente curso optar por la rama de letras. Y, claro, el conocimiento del latín te hace luego leer a los autores clásicos, leer a Virgilio, leer a Ovidio… Virgilio siempre me gustó bastante: La Eneida, por ejemplo, y Las BucólicasLas Bucólicas y Las Geórgicas siempre han sido unas obras que me han entusiasmado. A mí siempre me ha gustado la poesía pastoril. A Garcilaso lo leí desde edad muy temprana, y, claro, cuando conocí a Virgilio y empecé a leer Las Bucólicas, pues lo relacioné con Garcilaso, con Góngora, con la fábula de Polifemo y Galatea… ¡normal que me entusiasmase leer la poesía de Virgilio!

-¿Por qué crees que el estudio de la lengua y la cultura clásica es esencial para la educación?

Es esencial, primero para “desasnarse”. Ya no se trata de una simple cuestión de pragmatismo. Si nos pusiéramos desde una perspectiva puramente pragmática o utilitarista, pues ¡claro!, llegaríamos a la conclusión de que la cultura clásica no sirve para nada. Porque para ganar dinero es mucho más rentable dedicarse a la banca que a profesor de latín o de otra disciplina. Pero viéndolo desde un sentido humanista, ¡pues claro que el estudio del latín y las lenguas clásicas, sirve para la vida!, porque te ayuda a ser mejor persona, es decir, que el conocimiento del latín y las lenguas clásicas te permite desarrollar el sentido crítico. Incluso, aunque estudies otras disciplinas, tú, si eres capaz de reconocer las raíces griegas y latinas, por ejemplo, en palabras pertenecientes al campo de la biología o de la medicina, ese conocimiento te va a dar una mayor agilidad mental que a una persona que nunca ha estudiado latín o griego. Es decir, que la cultura clásica no solamente es para las personas de letras. Vale para personas de letras y para personas de ciencias. El conocimiento de las lenguas clásicas sirve para tener una disciplina mental, para comprender mejor cualquier concepto; da igual que sea un concepto de letras o de ciencias, ahí no hay ninguna diferencia para mí, ninguna oposición. Y luego, por otra parte, desde un punto de vista espiritual, las humanidades, ya lo decían los autores del Renacimiento sirven para la vida, para hacernos mejores personas. Porque no se trata solamente de aprender “lenguas muertas”, como las llaman algunos. En esos clásicos aprende uno unos valores que se pueden aplicar a la propia vida. Son valores universales. De ahí la figura del intelectual. La figura del intelectual es heredera de la figura del humanista del siglo XVI. El intelectual, al igual que el humanista, tiene una proyección de dentro hacia fuera. El verdadero intelectual se compromete con el mundo que le ha tocado vivir; no es una persona ajena a los problemas de la sociedad. No es un simple teórico o erudito “a la violeta”, que se dedica a amontonar saberes estériles, unos encima de otros.

Esos saberes le sirven para comprender mejor o aprehender el mundo que le rodea. Y aprehendiendo, comprendiendo mejor el mundo que le rodea, probablemente, pueda encontrar una forma de transformarlo y de construir una sociedad más justa.

Elena Villarroel Rodríguez

 

 

 

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